Sabes que no tengo nada que decirte, que todo lo que necesitas saber lo sabes. Sólo quiero que lo recuerdes. Tú estás siempre ahí, para lo bueno y para lo malo, cuando tengo buenas noticias y cuando necesito un apoyo. Nunca me has fallado, y por eso te valoro.
Mi manera de conocer gente es la siguiente, cada vez que conozco a alguien le doy un voto de confianza, hasta que me demuestre lo contrario.
Cuando te conocí te ofrecí mis secretos, mis inquietudes, mis buenos y malos momentos y tú los trataste como si fueran tuyos. Sé que, lejos o cerca, siempre estarás ahí.
Lo único que espero de esta vida es no fallarte, porque no te lo mereces. Y tal vez cometamos errores, pero has de saber que los verdaderos amigos se hieren con la verdad para no destruirse con la mentira. Si algún día te hago daño, créeme que será por tu bien, no me juzgues por ello, simplemente necesito cuidarte.
Quiero que tengas todo esto en cuenta, que la vida es un juego, que aunque no sepamos si estamos jugando bien o mal, yo estaré ahí para reemplazar tu sufrimiento por emociones, experiencias y buenos recuerdos, que te ayudaré a seguir adelante, porque quiero formar parte de tu vida en lo bueno y en lo malo.
lunes, 24 de mayo de 2010
jueves, 13 de mayo de 2010
Perdida
¿Cuántos hombres habrán pasado por mi vida? ¿veinte? ¿tal vez treinta?. Ni siquiera yo estoy segura. A veces me pregunto por qué lo hago, simplemente necesito llenar este vacío, que tal vez por inmadurez, llevo dentro. Necesito ese cariño que él me puede dar. No hago más que buscarlo, pero se me escapa entre los dedos.
Vacío. No se cómo describirlo. Tal vez sea eso que sientes cuando le has dado parte de tu corazón a alguien y cuando ese alguien desaparece de tu vida, te queda ese vacío para siempre, hasta que llegue él y lo llene, lo llene con su presencia. ¿Es posible que sea un signo de inmadurez? Tal vez yo sea una idiota que necesita a algiuen para ser feliz...
No, yo ya soy feliz, pase lo que pase con este vacío mi vida sigue. Creo tener todo lo que necesito para ser feliz: una familia que me quiere, unos amigos geniales que están ahí siempre... Pero ese vacío siempre lo siento ahí, no puedo evitarlo. Es como si mi vida fuera de colores, colores alegres, en los que una pequeña mancha negra rompe la armonía de mi mundo interior. Pero sé que podré seguir adelante, podré con todos los obstáculos de la vida. Hasta que esa persona llegue, y mi vacío se esfume, como si nunca hubiese estado ahí. Yo no busco a nadie, busco la manera de jugar a la vida sin sufrir, con lo que llegue y con lo que se vaya seré feliz. Porque por muchas razones que me hagan estar triste, siempre encontraré lo que me haga sonreir.
Vacío. No se cómo describirlo. Tal vez sea eso que sientes cuando le has dado parte de tu corazón a alguien y cuando ese alguien desaparece de tu vida, te queda ese vacío para siempre, hasta que llegue él y lo llene, lo llene con su presencia. ¿Es posible que sea un signo de inmadurez? Tal vez yo sea una idiota que necesita a algiuen para ser feliz...
No, yo ya soy feliz, pase lo que pase con este vacío mi vida sigue. Creo tener todo lo que necesito para ser feliz: una familia que me quiere, unos amigos geniales que están ahí siempre... Pero ese vacío siempre lo siento ahí, no puedo evitarlo. Es como si mi vida fuera de colores, colores alegres, en los que una pequeña mancha negra rompe la armonía de mi mundo interior. Pero sé que podré seguir adelante, podré con todos los obstáculos de la vida. Hasta que esa persona llegue, y mi vacío se esfume, como si nunca hubiese estado ahí. Yo no busco a nadie, busco la manera de jugar a la vida sin sufrir, con lo que llegue y con lo que se vaya seré feliz. Porque por muchas razones que me hagan estar triste, siempre encontraré lo que me haga sonreir.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Suspiros de vida...
Quiero sentirte como el mejor de los besos, hacerte el amor desesperadamente pensando que el mundo se acabará hoy...
Quiero ser tu día, tu noche, tu prisión y tu libertad...
Quiero una vida entera a tu lado, despertarme contigo...
Ábreme tu corazón...
Déjame volar contigo...
No me abandones...
Hazme reír...
Llora conmigo...
Tócame...
Abrázame...
Siénteme...
Bésame...
Pero sobre todo, quiéreme...
Quiéreme siempre.
Quiero ser tu día, tu noche, tu prisión y tu libertad...
Quiero una vida entera a tu lado, despertarme contigo...
Ábreme tu corazón...
Déjame volar contigo...
No me abandones...
Hazme reír...
Llora conmigo...
Tócame...
Abrázame...
Siénteme...
Bésame...
Pero sobre todo, quiéreme...
Quiéreme siempre.
Ella será siempre de él
Todo empezó un lluvioso día de Octubre, le ví y se paró el tiempo. Él ni siquiera se dio cuenta de que yo estaba allí. Su mirada me cautivó y necesitaba conquistarle. Unos meses más tarde ya había indagado sobre él, conseguí contactarle y empezamos a hablar. Nunca sabía de qué hablar, él me ponía nerviosa, pero notaba cómo empezaba a quererle. Día a día él se iba ganando un hueco en mi corazón. Dos años pasaron desde que le conocí y nunca conseguí decirle lo que sentía, entonces llegó el momento, el tema salió sin esperarlo y le dije que me gustaba. Fue entonces cuando quedamos y lo hablamos, al día siguiente estábamos en mi cama y él decía que no era el momento de tener nada serio. En dos años no hubo un momento para tener algo serio, ,me sonaba a excusa, él no me quería como yo le quería a él. Entonces decidí olvidarle, no estaba dispuesta a desperdiciar más tiempo con él. Un año, doce meses, 365 días sin parar de pensar en él. Después de superarlo y de haber sufrido lo que nadie sabe me dice que no puede sacarme de su cabeza, que por qué no lo intentamos. Él no comprende que no quiero que todo lo que he pasado por él y todo lo que me costó olvidarle haya sido en vano. Hoy es el día en el que le veo y un escalofrío recorre mi cuerpo, pero mi orgullo y mi miedo a volver a pasar por lo mismo me impiden intentarlo. Y se que todavía siento cosas por él, pero no me sale, no consigo decirle que sí.
Ahogada en la impotencia.
Siempre que puedo evito encontrarme con él, pero se que así no conseguiré nada, sólo retrasaré lo inevitable... En cuanto le vea, todos los esquemas de mi vida se derrumbarán, y su mirada volverá a congelarme. Y se que no lo puedo evitar, porque esa ha sido mi perdición y siempre lo será.
Ahogada en la impotencia.
Siempre que puedo evito encontrarme con él, pero se que así no conseguiré nada, sólo retrasaré lo inevitable... En cuanto le vea, todos los esquemas de mi vida se derrumbarán, y su mirada volverá a congelarme. Y se que no lo puedo evitar, porque esa ha sido mi perdición y siempre lo será.
martes, 11 de mayo de 2010
Metáfora de la historia de mi vida
Él intentó memorizar todo su cuerpo para poder disponer de aquel placer en cualquier otro momento.
Ella intentó darle un sentido a todo aquello.
Él mintió piadoso y necesitado: claro que te quiero.
Ella despertó desnuda y sola encima del colchón, tratando de recordarle sin una mente en los muslos.
Él quizá estaría preguntándole su nombre a otra mujer, ella se vistió tranquila y salió de aquel hotel.
Ella dijo que cada historia tiene su final y he aprendido a no volver la vista atrás.
Él le dijo: no te asustes si hoy no quiero amar, si esta noche sólo quiero despertar contigo y nada más.
Ella intentó darle un sentido a todo aquello.
Él mintió piadoso y necesitado: claro que te quiero.
Ella despertó desnuda y sola encima del colchón, tratando de recordarle sin una mente en los muslos.
Él quizá estaría preguntándole su nombre a otra mujer, ella se vistió tranquila y salió de aquel hotel.
Ella dijo que cada historia tiene su final y he aprendido a no volver la vista atrás.
Él le dijo: no te asustes si hoy no quiero amar, si esta noche sólo quiero despertar contigo y nada más.
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